Breve y helada.
Las aceras, empapadas.
Y uno, con el periódico bajo el brazo y una barra de pan en la mano, caminando deprisita de vuelta a casa...
¿Ayer? Bueno... un largo día trufado de buenos momentos.
No, nada vi de los Goya... Ni me acordaba. Después de cenar (truchitas al horno, con su jamoncito y su poquito de ajo y su chorrito de limón) estuve viendo los episodios que cierran la primera temporada de Prison Break, que los tenía pendientes del otro día: no deja de sorprenderme su capacidad adictiva y la poca vergüenza con que manipulan el guión.
Ahora, después de una mañana de zafarrancho y fregoteo, saldré a ver qué pasa por ahí... Está gris el cielo: veremos.
Me está haciendo mucha falta una cerveza fresquita...
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