De mañana, aventuras callejeras. Demasiada gente para que te miren, hasta justo el momento en que nos quedamos tan pocos que en fin. (No, casi todos los que a diario no se cansan de reprochar y quejarse y exigir, al aire, a quien quiera escucharlos, se quedaron en casa hoy... que en día libre no se reivindica, no es costumbre.)
Y, de tarde... comprar un par de tebeos (¿saben ustedes que en la colección historicista, por un poner, de El Jueves, han publicado un tomo con el Contactos de Mariel y Andreu Martín?), comer unas lentejitas y un plato de pulpo, tomar algunas copas, charlar de actrices y de ministros, y de escritores, y definir con precisión hasta qué punto Spielberg y Lucas son nenazas (que lo son) y, cómo decirlo... eunucos estéticos.
Y, de noche, Grissom. Y repasar algunos espacios de culto: por ejemplo.
Y, mañana... martes.
Buenas noches.
Y, de tarde... comprar un par de tebeos (¿saben ustedes que en la colección historicista, por un poner, de El Jueves, han publicado un tomo con el Contactos de Mariel y Andreu Martín?), comer unas lentejitas y un plato de pulpo, tomar algunas copas, charlar de actrices y de ministros, y de escritores, y definir con precisión hasta qué punto Spielberg y Lucas son nenazas (que lo son) y, cómo decirlo... eunucos estéticos.
Y, de noche, Grissom. Y repasar algunos espacios de culto: por ejemplo.
Y, mañana... martes.
Buenas noches.
2 comentarios:
Es que ya está usted mayor para estas cosas... las de la mañana (digo)
Ja!!!
(Por la tarde fueron, también. Eran dos o tres más, por lo menos. :-) )
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