espongiformes
Tampoco es para ponerse apocalípticos. Que lo nuestro no tiene ya remedio (lo mío, al menos, no lo tiene...). Queda preguntarse a qué ministro le va a tocar ahora ponerse hasta las trancas de carnaza, y cuánto tardarán en llamar a Mulder y Scully, que ya es hora.
Si me pinchan, les diría que peor es lo de este tipo, ¿se imaginan?, ¿no les da como arcadas? Y una subida de azúcar de las de aúpa.
Yo, mientras tanto, por mucho que llueva, me quedo con Mendoza.
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