Ni se me asomen a la acera de sol, por lo que más quieran... que el aire está espeso y picantón y parece que arde en la piel.
Hay, por otro lado, un ambiente como de abandono en la calle... poca gente y ganas de poco...
La canícula, que decían antes.
(No sé si buscar ventanas al hielo, que me parece que van haciendo falta... o pedirle a la señorita que nos haga un hueco a todos en su mochila nórdica...)
1 comentario:
Ay de la calle vengo... Casi muero!
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