Buf...
Sí, de mañanita temprano se nos ha caído encima una tormenta de las de antes, con su aparato eléctrico y su cortina súbita de agua, pero diría que no ha refrescado lo que uno hubiera esperado... No después de una noche de corcho caliente, larga y espesita de sueño intranquilo y por capítulos.
Por lo demás... mañana de zafarrancho y luego, a comer a casa de mamá.
(En otro orden de cosas, me he reído lo mío con el nuevo Larcenet, asistido en lo gráfico esta vez por un tal Daniel Casanave: El azote de Dios. Una aventura rocambolesca de Atila, El Huno. Tiene momentos descacharrantes. Y no puedo decir que me haya gustado Encuentro, un librito de Jordi Pastor editado por De Ponent; pero nada, y mira que siento decir estas cosas...)
2 comentarios:
Esperemos que sigan estas tormentas guerrilleras que refrescan el ambiente y cargan el aire de un no sé qué tan motivante.
Refrescar... es una opinión. El ambiente como de naufragio sí es motivante...
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