martes, 30 de septiembre de 2008

¡país!

...que diría Forges.

Por un lado, el Supremo avala la pretensión de la Iglesia católica de no corregir en sus archivos los datos de quien quiera apostatar. Es decir, que todos los que en su momento fueron bautizados porque en ese tiempo no había más cojones, todos los que son bautizados porque sí, por costumbre, por no hacer el feo a la madre de la novia (es un poner)... una vez en uso de razón y con mayoría de edad no podrán "darse de baja", quieran o no. De manera que la Iglesia seguirá contando con muchos más fieles de los que de verdad lo son, para exigir al erario público mucho más dinero del que de verdad le corresponde (con independencia de lo mal que ya en sí mismo me parece el hecho de que cualquier confesión religiosa tenga que recibir dinero público, a ver a cuento de qué) para que puedan seguir tramitando expedientes de beatificación para los caídos por Dios y por España durante la Cruzada del 36 y para que se pueda terminar de construir esa catedral en Valencia para recuerdo de éstos (es decir, los de su lado; que los otros, al parecer, cayeron por accidente o por otro país; o se los fusiló por error, vaya usted a saber). La misma Iglesia, fíjense, que no ha explicado todavía sus excelentes relaciones con la dictadura y el dictador, su pasearlo bajo palio, su resistencia a retirar símbolos franquistas de sus templos.

Por otro lado, hay que lamentar que, debido a la crisis (todos tenemos que apretarnos el cinturón), a la Familia Real sólo vayan a subirle el año próximo un 2'7 %. No sé dónde vamos a ir a parar...


(actualizando: okei, sí; no es exactamente que no puedas "darte de baja", sino que esa decisión no se anotará en tu partida de bautismo, que viene a ser el documento oficial en lo que atañe a tu pertenencia a la Iglesia... Lo que, a todos los efectos, viene a ser un sí, vale, tú apostatas, pero yo no te lo tengo en cuenta, ¿no?)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mierda de Iglesia y mierda de Monarquía.

Y mierda de los fieles, y los vasallos, que los protegen y los amparan, y nos los imponen a los demás.

Mierda de país, sí, en definitiva.

Un saludo.

Mar dijo...

Eso fue así desde el primer día que se abrió el "plazo" de apostasía: ellos ya te decían que no te "aborraban", algo así como lo de "santa rita rita..." llevado al último extremo (o unción).

Vamos, que no, que aunque quieras, no. Y los jueces, haciendoles fuertes.

Besitos

AnnieChristian dijo...

Según dice hoy la prensa, la infanta Elena tiene 85 policías para la seguridad de su vivienda particular -si les obligasen a vivir todos en el palacio, que no será por espacio, eso también nos lo ahorraríamos-, tirando por lo bajo, si cobrasen 1.500 euros al mes cada uno, sólo ésto ya supondrían 1.530.000 euros al año.

Teniendo en cuenta la "facilidad" de procreación, cuando la generación de "renacuajos" se independice será aún más terrible, no creo que salvo el rey y la reina haya ninguna resta más.

Que absurdo es todo esto.