Otoño es mirar a los gatos del Jardín Botánico, que cada noche aguardan al otro lado de la verja, indolentes, y se dejan fotografiar como maniquíes de felpa y oro.
Otoño es, también, pasear bajo un paisaje de nubes borrascosas, marejada inversa de acuarela gris. Oler el aire húmedo, dejarse llevar por la brisa.
Otoño es viajar con un libro bajo el brazo y no abrirlo, contemplar a las chicas vestidas de negro y rojo, mirar a la gente que mira, a su vez, al cielo.
Otoño es recordar las frases de Linus: "no hay obstáculo tan grande que no se pueda rodear". Y contar los días que quedan para que llegue La Gran Calabaza.
Otoño es un jardín zen en el alféizar, un bosque al otro lado de la ventana.
6 comentarios:
Si que lo es
:)
;-)
Joder... Qué bonito.
Y usted lo cuenta muy bien.
Aqui si que te reconozco.
Porque sigo aquí. Camuflado, a veces. Pero aquí.
Buenos días!!
:-)
Publicar un comentario