martes, 6 de enero de 2009

6


La mañana ha sido más tranquila de lo que pensaba: las huestes volvieron a su tierra ya, y los de esperar a última hora para ver las cosas han sido menos de lo que temíamos todos (pero no pocos). Se ha pasado deprisita. Además, el reencuentro. Y que me iba ya haciendo falta un poco de actividad a pie de trinchera... Ni me he sentado en toda la mañana.

Después, lo previsible y una montaña de platos por fregar.

Ahora, todo limpito y ordenado... vendría bien una cervecita fría, creo yo. Un poco por ritualizar el final de lo festivo, que los gestos son siempre muy de agradecer.

(Y hoy, por cierto, vuelve House a la tele en abierto. A ver.)

No hay comentarios: