Me resistía, pero al final acabé por comprar el disco reciente de Cristina Rosenvinge. (Sí, yo todavía compro música...) Y no me canso de escucharlo. Por muchas razones, pero sobre todo por una canción y unos versos en particular, por su manera de decirlos. Y porque es un disco limpio, cercano y sereno que recupera la sencillez pop de sus primeros trabajos y que dice un buen montón de cosas.
4 comentarios:
Opino lo mismo.
Me lo compré el mes pasado y a día de hoy sigue girando en casa.
No es un discazo, pero es un buen disco, desnudo y honesto.
d.
no lo he oído todavía, pero el otro día acudí a la fnac a verla tocar en directo, a ella sola con su guitarra y su piano; muy íntimo
porcierto, ya subí la portada, por si le apetece verla, y le agradezco la espera, enserio
¡Treinta y cinco segundos...!¡No he podido resistir nada más que treinta y cinco segundos del clip...! ¡Puagh...!
Don David, un placer verlo por aquí.
Don Álvaro: ya le digo en su casa que la portada me gusta mucho... y que sigo a la espera. (El año empieza bien: Jali nuevo para pronto, Álvaro Ortiz nuevo para pronto...)
Don Ángel, qué puedo decir: yo no me canso de escuchar esa misma canción, precisamente. Pa gustos... :-)
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