Apuntes.
He estado leyendo un rato. Primero, terminé con Exultant, otra novela de Baxter. Me ha gustado: ya saben, mucha parafernalia astrofísica, paradojas cuánticas y tecnologías radicales; space opera contemporánea, acelerada y deslumbrante. He leído, además, Awabi, de Kan Takahama. Edita Ponent Mon. Algunas de las páginas resultan de lectura confusa, al calar el texto sobre el dibujo. El olor de la tinta es embriagador, perfecto para disfrutar del ramillete de historias vagamente tristes, melancólicas, de amores y desamores, un poco en la línea de lo que hace, en literatura, Banana Yoshimoto.
Leí ayer la nueva entrega de Humo, que mantiene el tono de las anteriores y se beneficia de la ausencia de Pepo Pérez, sustituído por Quim Pérez. (Añadiría que Jali, Paco Roca y Lorenzo Gómez lo hacen cada vez mejor, pero no me quiero repetir. Sí apuntaré que Raquel Alzate y, ay, Miguel Ángel Martín, lo hacen cada vez peor...)
Leeré, estos días, el Loser de Ed y Dante Bertini. (Puedo adelantar, eso sí, que a la banda sonora le sobran las partes vocales... Sin ellas, la cosa iría como la seda.)
Leré, también, algunas otras cosas: Sardine, de Guibert y Sfar, en edición norteamericana (First Second); un nuevo tomo de Gotham Central; lo que les comenté de Linda Medley, quizá otro paperback de 100 Bullets.
Y tengo que hacerme con alguna novedad, aún.
Por lo demás, y en otro orden de cosas... veo que el domingo se escapa ya entre los dedos. Cielo azul, un sol de justicia y Parálisis Permanente sonando mientras les escribo...
Mañana será otro día.
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