domingo, 25 de junio de 2006

visibilidad

Está Madriz inmerso en algo llamado Festival Visible, un esfuerzo por la integración desde la cultura y el ocio, desde la diferencia asumida y respetada. Del 7 de junio al 17 de julio, nada menos. Hay teatro y exposiciones, charlas, acciones...

Hay, por ejemplo, una exposición en el Espacio Sinsentido, que se inaugura el próximo 29 de junio con una mesa redonda. Reproduzco del programa:


CLARO QUE SÍ

Galería Espacio Sins Entido

Desde el 29 de junio, al 26 de julio

Artistas: Alison Bechdel, Javi Biedma, Chelsea Boys, Paige Braddock, David Cantero, Howard Cruse, Hokane, Robert Kirby, Ralf König, Sebas Martín, Iván del Pozo, David Ramírez y Toni Saldaña.

Exposición: Por primera vez, el emergente género del cómic gay & lésbico cuenta con una exposición de sus máximos estandartes nacionales e internacionales. El Espacio Sins Entido y Ediciones La Cúpula presentan, en colaboración con el Festival VISIBLE, una muestra de originales de los autores que publican habitualmente en Claro que sí, la primera revista de cómic gay que se publica en España y una de las pocas en su modalidad que existen en el mundo.

No sólo se podrá pasear por la exposición, sino que también se ofrecerá la posibilidad de comprar originales, conversar con autores o editores y participar en algunos actos paralelos a la exposición. Por ejemplo asistir a una mesa redonda sobre el cómic gay cuyos ponentes serán: Josep Maria Berenguer (editor), Ismael Álvarez (autor), Sebas Martín (Redactor jefe y autor), Álvaro Pons (especialista en cómic) y Leopoldo Alas (escritor) que será la persona encargada de moderar el debate.





Hay, por ejemplo, un manifiesto, que reproduzco también:


VISIBLE
: Diálogo de diferencias

El Festival de Cultura Gay Lésbica VISIBLE pretende acercar, de una forma cálida y a la vez valiente, la idiosincrasia, los problemas y la alegría de vivir, de un colectivo emergente, que busca renovar sus señas de identidad, una vez que están a punto de superarse, al menos en Europa, las barreras legales y sociales que dificultaban su apertura y su visibilidad.

VISIBLE es una cita con la cultura, que quiere hacer llegar a la sociedad su apuesta por la integración de un colectivo GLT, definido tanto por su pluralidad y su diversidad, como por sus contradicciones y posibilidades, así como por su capacidad creativa, para acercarlo en toda su complejidad a los ciudadanos, transmitiéndoles de esa forma un conocimiento que, al menos hasta ahora, les había sido negado o había sido considerado de escaso interés por una minoría que, decidiendo por ellos, usurpaba su derecho a este conocimiento.

Por el contrario creemos que este colectivo tiene muchas cosas que aportar, ayudando de ese modo a construir entre todos, un espacio común, más democrático y participativo, donde primen valores como la libertad, el respeto y el diálogo, usando la cultura como principal herramienta para alcanzar sus fines. Ese es el principal objetivo de VISIBLE.

Porque estamos convencidos de que la colectividad es, por encima de todo, un diálogo de diferencias, que ayuda a crear sociedades más ricas y diversas, en las que es posible el entendimiento por encima del género, la nacionalidad, la orientación sexual, la religión o la ideología. El ejercicio cordial y razonable del derecho a la cultura, es uno de los principales motores para que todo esto sea posible. Por eso creemos en el interés de VISIBLE y en que ayudará a todos los ciudadanos a ser más conscientes de que la vida, y por ende la cultura, desarrolladas ambas en un ámbito de pluralidad, aportan felicidad y capacidad de decisión, a las personas que se ven involucradas en su desarrollo, ya sea como ejecutantes y realizadores o como espectadores y participantes.

Por eso apoyamos y pedimos el apoyo para esta iniciativa, que nace con la esperanza de convertirse en una importante cita, con el mundo de la cultura a través de sus diversas formas de expresión. Porque VISIBLE quiere que las artes plásticas, la danza, la música, la literatura, el teatro, la poesía, el diseño o el cine ofrezcan, cada una a su manera, su particular visión de este colectivo y también del mundo que nos ha tocado vivir y compartir, para ejercer de espejo crítico y también para que sus diferencias sean mejor entendidas y aceptadas, logrando de ese modo, a través de este encuentro, un mundo mejor y más habitable en el que prime el diálogo, por encima de cualquier diferencia.


Un manifiesto valiente, ya ven. Lleno de esperanza... y no sé si demasiado ingenuo.

Desde acá, mi granito de arena.

Un saludo.

(No, de Hacienda mejor no hablo: ¡qué tostón, madre mía! ¡Quién me mandará a mí dejarlo todo para el último momento...!)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, no sé. Hablar de valentía a estas alturas y con semejante presentación, me parece bastante ridículo.

Valiente fue Cernuda con sus Amores prohibidos.

O Techiné con Los juncos salvajes.

O todo Pasolini, por ejemplo.

Conviene no confundir al personal en cuestión de terminología.

Esto de que lo que crean los maricas se consolide como cultura y sea compartida por todos me parece una de las imbecilidades más grandes (y reiteradas) de los últimos tiempos.

Desde Homero (incluso antes) llevamos compartiendo, admirando y deslumbrándonos con lo que hacen los grandes artistas, sean homosexuales, heterosexuales, o asexuados.

La lista sería interminable, claro.

A mí me importa un cagajón si al artista (y al que no lo es) le gustan los hombres o las mujeres, los caballos o los perros, los plátanos o las manzanas, el Teide o el Veleta.

Vender la cultura marica así, tal cual, embotellada, acotada, etiquetada, predeterminada, per se, me parece que es postizo, innecesario y empobrecedor. Muy afín, todo sea dicho, con los tiempos que corren, es decir, no muy acertado ni para la cultura ni para los maricas.

La querencia al pene o a la vulva nunca tuvo que ver con el verdadero arte, con la verdadera cultura, creo.

Todo eso con independencia de que cualquier homosexual mínimamente serio esté ya hasta el diosencristo de que lo representen siempre a la manera como se hace en el motivo ilustrado del cartel: dos señores (con semejantes pintas) comiéndose la boca pública y desaforadamente.

¿A eso se reduce la "guei"?
¡Ya está bien de tanta complacida y complaciente sandez!

Anónimo dijo...

Mediado 1976...

... la comisión de Jornadas Culturales Granadinas (o así) me designó para la lectura del lorquiano "Sonetos del amor oscuro".

Allá, en el parisino Pompi.

Lleno a reventar... de público femenino.

Sonaba todo más que de pu...madre.
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fcnaranjo dijo...

Hombre, señor P. El cartel hace referencia, exclusivamente, a una exposición concreta, de una serie de trabajos concretos. Ente ellos, los del autor de la imagen que ilustra dicho cartel. Sin más.

Por otra parte, es el aspecto físico de lo homosexual (en especial de lo homosexual masculino) lo que sigue propiciando mayor rechazo, no sé si involuntario, por parte de la mayoría. Reivindicar su espacio utilizando justo ese aspecto físico no parece una opción descabellada. Como mínimo, provoca una reacción en quien mira... (Y, por supuesto, comerse los morros no define a los homosexuales, como un beso apasionado de final de película americana no definiría, en ningún caso, a los heterosexuales.)

En cuanto a todo lo demás... son opiniones razonables. Yo creo que están en su derecho, ellos, de reivindicar como propios los nombres que cita usted, y de plantear su mundo personal como alternativa expresiva, válida o no, pero que ahí está.

Qué quiere usted... algunas de sus palabras pueden sonar un pelín intolerantes, si me permite el reproche. Y estará usted conmigo en que no estamos aquí para eso: ni usted ni yo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Mire usted, señor fnaranjo, yo conozco a un buen puñado de homosexuales masculinos y femeninos (algunos de los cuales son amigos míos, por cierto), y la gran mayoría de ellos abomina de esas compartimentaciones, de esas delimitaciones absurdas (más interesadas que interesantes), de esas delirantes marchas de exaltación de orgullo, con polícroma banderita al viento, camiseta fucsia sin mangas y tanga ajustado para pronunciar paquete.

Cuando uno está orgulloso de ser como es, simplemente lo está. No necesita salir a la calle a coleguearse, a morrearse, a airear a los cuatro vientos lo que es su propia e íntima intimidad.

Que a uno lo reconozcan, lo identifiquen (como persona o como artista) por su tendencia sexual debe ser tristísimo.

Otra cosa son los maricas que hacen de su propia orientación sexual su centro de existencia y de pensamiento, más intolerantes que nadie, exhibicionistas, maleducados y faltadores al respeto.

Los maricas que detestaba Cernuda.

Y Wilde, y Lorca, y Whitman y Yourcenar.

Acotar la cultura hecha por homosexuales es, y hoy día más aún, tan postizo como establecer una cultura hecha por hombres calvos, mujeres de más de un metro 80 de altura, o personas de ojos azul-ceniza.

Está claro que expresarse libremente, decir con lo que uno no está de acuerdo, o simplemente le parece una perfecta mamarrachada, es sinónimo de intolerancia.

No comulgar con ruedas de molino hoy en día es sinónimo de intolerancia.

Pensar por uno mismo, parece, es sinónimo de intolerancia.

Yo prefiero pasar por intolerante (por ejemplo no tolero la penicilina) que no por Norit, el borreguito.

fcnaranjo dijo...

La cultura se acota, nos guste o no. Quién y con qué fines la acota, la compartimenta, es otra cuestión.

Si hay una cultura femenina (y parece que la hay, o así se lleva tiempo acotando), sin entrar en la estatura de las artistas, no parece del todo absurdo que la haya, también, homosexual.

Creo.

¿Y sus amigos homosexuales de verdad consideran que besarse en público, entre ellos, es una falta de respeto, una maleducación o una muestra de exhibicionismo? ¿O sólo lo es, según ellos, cuando la pareja es del mismo sexo? ¿También lo es cuando los que se besan son un chico y una chica, o un señor y una señora?

No sé... A mí no me lo parece.

Pensar por uno mismo, por cierto, no es, o no debiera ser, sinónimo de intolerancia. Ni de independencia. Ni de nada más que de eso mismo: que se piensa por sí mismo. Pero, a veces, la manera de decir las cosas sí puede señalar en una u otra dirección... si me permite.

Anónimo dijo...

Yo no dije besarse en público.

Releea, que tiene usted cierta querencia a manipular lo que se dice (y lo que no se dice).

En cuanto a lo demás, pues..., nada, eso, que tenga usted un buen verano.

fcnaranjo dijo...

Releo:

"dos señores (con semejantes pintas) comiéndose la boca pública y desaforadamente.
¿A eso se reduce la "guei"?"

"Cuando uno está orgulloso de ser como es, simplemente lo está. No necesita salir a la calle a coleguearse, a morrearse, a airear a los cuatro vientos lo que es su propia e íntima intimidad."


Quizá confundí términos, y esto que copio y pego no lo escribió usted con la intención que yo le di. (Me encanta manipular, ya sabe... pero sobre todo lo que se dice.)

En todo caso... buen verano también para usted.

Anónimo dijo...

Pensé que hablaba con alguien que sabía leer.

Pero se ve que no.

En todo caso..., le como la boca a usted pública y desaforadamente; perdón, me confundí de término: le mando un beso.

Au revoir!

fcnaranjo dijo...

Ah, bien. Un beso no se rechaza.

au revoir...