domingo, 4 de enero de 2009
hill house
Habría que encontrar un puñado de horas libres, una tarde larga, una noche sin sueño, y leer del tirón, una capítulo tras otro, las 250 páginas de La maldición de Hill House. Habría que poder hacerlo así, dejarse mecer por la prosa elegante y cómoda, dejarse arrastrar por la voz de Eleanor.
Qué pena no tener el tiempo, tener que leer a ratos, casi en emboscada ... (Pero se disfruta. Se disfruta siempre. Y la edición de Valdemar de la novela de Shirley Jackson es excelente. No se la pierdan.)
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