En la pastelería donde suelo comprar el pan a diario, sí: buñuelos. De los de siempre, ya saben, esas burbujitas de masa esponjosa y rellenas de diferentes cremas. Y es que se nos echa encima noviembre, claro.
(No teman, esto no es una nueva vuelta sobre el eterno tema del paso del tiempo y etcétera. Es que me ha llamado la atención hoy verlos ahí, en el escaparate.)
Y el día se ha levantado de un gris melancólico que da pereza.
(Y esta noche, en Miradas 2, hablan de Media Vaca.)