Una mañana como para iniciar un viaje. Cargar el coche con una maleta y tres libros de esos manoseados, de los de leer en bares de carretera. Sin espejo retrovisor, sin remite en las postales. Gafas de sol y camisetas viejas.
Y toda la carretera por delante.
2 comentarios:
Más que un post esto es pura poesía
Ah... gracias.
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