martes, 19 de abril de 2005

¿cómo decirlo?: he tenido mejores días...

Empezando con que mis noches no son lo que fueron: duermo mal, me despierto pronto, antes de lo prudente. (No descartemos que parte de la culpa sea de un pájaro que se dedica a despertar al vecindario en general, y a mí en particular, a eso de las seis cada mañana... No conciliar luego el sueño es cosa mía, eso sí.)

Continuando: madrugón, mochila a cuestas y en el metro, a eso de las nueve, entran tres mariachis, tres, dispuestos a hacer lo que se les supone, tres mariachis vestidos de mariachi (que no les cabían los sombreros en el vagón, no sé si se hacen una idea), y ahí vamos. (Lo que me trajo a la cabeza, en ese momento, un buen tema para contarles: incidentes creativos suburbanos. No estoy de humor ya; otro día, si acaso.)

Después: en la FNAC, como de costumbre, aluvión de cosas que uno se traería a casa. Baratas, no se crean. Pero ni hay tiempo ni, en realidad (y sumándolo todo), dinero. Por no hablar del espacio... Pero sí, DVDs a espuertas. Baratos, insisto. (¡La Niebla, de Carpenter, no llegaba a los seis €uros! ¿Entienden mi desazón?)


Ah, pero en el trabajo... ¡Vaya tardecita!

(Pero tampoco saquemos las cosas de sus quicios: he tenido buenos momentos. Hay gente a la que quiero mucho, allí. Y hay gente con la que me río mucho, también. De todo he tenido... y dos cañitas en buena compañía y sin Candy, que con estos cambios de tiempo se resiste a asomar las antenas...)


Para rematar el día, y como era de prever (y temer), Ratzinger Z. Habemus.

Argh.


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Por lo demás, entrevista somera con Pablo G. Callejo en una web amiga. Aquí tienen el enlace, por si le quieren echar un ojo. (Si les va el blues... pueden recrearse.)


¿Más? Sí: está ya a la venta lo nuevo de New Order (Waiting for the sirens' call) y de Les Très Bien Ensemble (Doux-Amer). Debilidades personales. Ya les contaré...