O algo.
Excelente, el capítulo de anoche de Urgencias. Pese a que el loco con el tanque estuvo a punto de echar abajo el verismo de la serie... (Algo que ya ocurrió cuando le tiraron a Romano un helicóptero encima, para matarlo. Hay arrebatos desquiciados que, eso sí, pasan desapercibidos gracias a la solidez de los guiones y a la férrea construcción de personajes.)
Hojeando Tokyo es mi jardín, uno percibe una frescura envidiable en sus páginas... Boilet casi casi hace magia... A ver si me hago con él y lo leo despacio.
Y el difunto Santo Padre, en sus panegíricos, cada vez se parece más a algún personaje de la Marvel. (De Starlin, como poco... por lo cósmico.)
Empiezo a estar muy harto.
Por lo demás... deberes de inglés y a la camita, que mañana toca madrugar...