No se crean que ando yo muy animado hoy... Será cosa del tiempo, como dicen los mayores, no sé... Y en un ratito me he leído esta pequeña joyita del gran Ulf K, que quizá es, de todos los trabajos que le conozco, el que menos me ha interesado, pero que es, con todo, un auténtico regalo.
A mí es que la conexión fútbol-infancia no me ha funcionado nunca, ¿saben?, y la melancolía con balón no ha sido lo mío jamás. Pero no es difícil obviar la cosa balompédica y centrarse en eso, en la melancolía de una historia sencilla y bien resuelta.
Ahí fuera está el cielo indeciso, y sopla una brisita fresca un tanto incongruente, porque aquí dentro se me ha atrincherado todo el calor de estos días y no hay quien pare en casa...
Y Fatboy Slim pone de su parte para levantarme un poco el ánimo...