Me llega otro libro de Dibbuks. Menuda es mi tía Ana, un cuentito familiar de Ricardo Esteban con imágenes de Linhart (demasiado rígido, a mi entender, para el encargo).
(Hay en preparación otro, ilustrado por Ágreda, un señor cuyo estilo sí se ajusta a este tipo de trabajos...)
Y la cosa viene a cuento de la próxima edición de La diosa sumergida, una joya de Calatayud que llevaba demasiados años fuera del alcance del aficionado. Una recuperación que va a correr a cargo, precisamente, de Dibbuks.
A juzgar por las calidades de edición de los libros aparecidos ya bajo este sello, el de Calatayud promete ser... un tesoro.