Pero encerradito... que no vean lo que cae ahí fuera...
Ayer, tras dilatada espera, tuve mi primer domingo de turno doble en el trabajo. (Volvemos al P.T.)
En efecto, y como era de prever y ya adelantaba yo, una auténtica mierda. Y un despropósito colosal. Y un asco. (Y me duelen los pies... pero eso son efectos colaterales que tampoco vamos a airear demasiado...)
Hoy, en casa, lecturas varias y algo de televisión: mis series, ya se imaginarán.
Y luego, cuando avance la tarde, les contaré más.