Bueno, ya no. Pero sí esta mañana, hace un rato... Un gusto.
El cielo ya vuelve a estar azul y el sol está ahí otra vez... Verano, en fin...
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De compras, aprovechando que todas las aceras eran de sombra. Nada, unas chucherías: mozzarella (para ensaladitas ligeras con tomates y aceite y su poquito de orégano), vino, café, alguna pizza sabrosa, un poco de carne...
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Esta mañana, también. En El País. Juan Cueto ironiza a propósito de Mujeres desesperadas y los géneros... (Cueto, en estas columnitas veraniegas, vuelve a ser el que fue: irónico, insisto; rápido, culto, deslenguado. Y por delante de muchos.)
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Hay algo por ahí que me irrita de manera especial; personal, incluso. Es esa Ninette que firma Garci, con una chica que dice que es actriz y un cartel que parece el anuncio de un puticlub de posguerra... (pero en fino, eso sí: lencería y fotoshop...)
Es que yo a esas obras les tengo cariño. (Y a las adaptaciones anteriores.)
Y me van a perdonar, pero es que no entiendo nada...
