Unas frases que cierran el prólogo, y que definen, me parece, lo que es este país. Eso que detesto con toda mi alma, la mismidad secreta de ser español:
España es un país para reaccionarios, para gente que sabe vivir. Hay
poco sentido de justicia. Al español le gusta el chanchullo constante, el
capricho, la postura. Este sí, el otro no. De ahí no saldrá jamás.
-Este tipo tiene cinco destinos magníficos.
-Y no trabajará ni irá nunca a la oficina.
-Nunca, hasta las pagas se le llevan a casa.
-¡Qué tío!
Y esto produce admiración.
El librito lo edita Caro Raggio, y va ya por la segunda edición. Conviene leerlo... (como todo lo de Baroja, claro).