Sé que todo el mundo habrá hablado y escrito sobre el tema, pero no me resisto a comentar las últimas entregas de las dos series "de culto" con las que nos ha estado obsequiando la tele pública últimamente: Perdidos y Mujeres desesperadas.
No teman, no quiero aburrirles repitiendo lo que han leído ya en otras pantallas, o incluso en papel. De Perdidos me sorprendió el desparpajo del continuará... Quiero decir, el considerable morro con que los guionistas lo dejan absolutamente todo en el aire, premeditadamente en el aire; incluso exageradamente en el aire. Pero admito que tampoco esperaba otra cosa... De Mujeres desesperadas no les sabría decir. Ata cabos, pero cada uno de ellos da paso a un misterio nuevo, o supone un cambio definitivo en la vida de los personajes. Eso es bueno. Y te deja con ganas de más... que también es bueno.
Me sorprende, también, que estas cosas se estrenen durante el verano, y se repongan a partir de septiembre. Antes no era así. Antes era justo lo contrario... (Y tampoco entiendo, ya que estamos, esa política de reemisión inmediata... ¿Eso no se traduce en una bajada automática de audiencia, dado que la gente acaba de ver la serie y a lo mejor prefiere buscar otra cosa?)
Y ya les dejo, que no son horas...