Vigilo el buzón. En los largos inviernos, nada mejor que el correo de los amigos para amenizar las noches de chimenea y vino tinto.
Ayer, carta de M: en tránsito, desde alguna estación perdida. Habla de bosques oscuros y de estrellas fugaces. Cuenta de sus compañeros de viaje, pálidos lectores de conversación lánguida y mirada cansada.
Hoy, dos cartas. La de K tiene remite marciano y viene cubierta de un polvo rojizo, liviano, que no se va ya de entre los dedos y que ha teñido el buzón. La otra es gruesa, viene llena de dibujos y sorpresas.
Cada noche, con una copa de vino, repaso el correo y viajo, desde aquí, hipnotizado por las llamas, acariciado por las palabras, por el tacto del papel.
2 comentarios:
La imagen, por cierto, es un regalo. De la versión en color de Aún en el humo, de Marchante. El libro está editado, en blanco y negro, por De Ponent. Deberían buscarlo por ahí.
Una bonita imagen. Yo despido el día tomando una tila, el vino me parece una buena opción, pero desgraciadamente he tenido que dejarlo...
Da gusto pasarse por esta su casa, el ambiente invernal invita a arrebujarse bajo una manta, y escuchar tranquilamente una música suave mientras llega el sueño.
Buenas noches. :)
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