Se recorta en la bruma, desdibujada, irreal.
Como el recuerdo de un sueño que aparece de pronto al cerrar los ojos,
al oler la lluvia, al escuchar el ruido del café que hierve y borbotea.
Buscaba algo, imágenes. Al azar: uno teclea sueño, o teclea risa.
Uno teclea Kyoko, Waterhouse, azul celeste, cualquier cosa, lo primero que le viene a los dedos.
Teclear, incluso. Por qué no. Y vienen las imágenes, de diez en diez,
de cien en cien. Inesperadas, sorprendentes, inexplicables.
Bellísimas, a veces.
3 comentarios:
Con solo darle a un botón, así de fácil. Y el mundo se te abre de par en par, sorprendiéndote siempre.
Así de fácil, sí. Se abren tantos caminos, tantos paisajes ajenos que visitar...
Da un poco de vértigo, ¿verdad?
Sí que da vértigo, sí.
Este blog me seduce cada día más. Cada día más cercano, más poético y sedoso. Palpitante.
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